Friday, December 15, 2006

Kia Pop & Rock and Roll

Las escuelas de manejo. Muchos pasamos por esta etapa en nuestras vidas. Yo ya sabía manejar, pero debía cumplir con el ritual para poder tener licencia a los 17 años. Así que fui a "Sertet", todo un clásico del rubro de las escuelas de manejo. Ahora que quebró cae casi en la categoría de mito.

Como yo ya sabía manejar hice sólo un par de lecciones prácticas, que fueron muy singulares. La primera clase me subí con el profesor al auto y salimos a la calle. Después de 3 cuadras me dice:

"Sabes, ya sabes manejar suficientemente bien. ¿Podemos ir al centro, porque tengo que ir a buscar unos papeles?"

Y así a los 15 minutos de mi primera clase de manejo yo bajaba por la alameda a las 08:45 de la mañana. Pero esto empeoraría. A la semana siguiente mi profesor tenía que ir al Alto Las Condes a comprar no sé qué cosa... Así que dejamos el Kia Pop morado con cartel de "En Práctica" estacionado en el Mall y fuimos al Food Garden a comer.

La siguiente clase fue más "íntima": fuimos a la casa del profesor en Ñuñoa, nos tomamos un vaso de jugo, me presentó sus mascotas y nos fuimos de vuelta a la escuela de manejo.

Para los más detallistas: Yo no estaba en el Sertet del Omnium, si no que en el de Pedro de Valdivia con Bilbao, mucho más trucho.

Pero como si no fuesen suficientes aventuras, después me tocó otro profe. Pelo largo, anteojos oscuros, metalero. Compartíamos dos hobbies, la "conducción deportiva" y Iron Maiden. Esto se traducía en mi pequeño bólido morado circulando a velocidades a las que parecía caerse el cartel "En Práctica", y Maiden sonando a todo pulmón desde la radio del auto. Que obviamente era con casette, no CD.

Tengo vivos recuerdos de ir subiendo por Valenzuela Puelma, y el acelerador se me despega del pie... porque mi querido instructor lo había apretado a fondo. A los 100 km/h yo estaba desesperado por pasar de cambio mientras él gritaba "No pases, aguanta, aguanta!!"

110, 120, hasta que por fin a los 130 km/h y para el alivio del bólido morado me dejó pasar a cuarta. "¿Viste que igual se mueve esta mierda?" me dice. Claro, como lo iba a saber.

También me enseñó que si la pista de uno se va a acabar después del semáforo, y uno parte con la luz verde muy rápido, antes que los demás, alcanza a meterse de vuelta a la otra pista y seguir su camino. Puras cosas útiles para la vida.

Era genial ver las caras de las personas cuando veían este ensamblaje teñido de morado que los koreanos osan llamar "auto" circulando a exceso de velocidad por las calles de Santiago. Lo mejor eran las encerronas a los autos de las otras escuelas de manejo... impagable!

Y después de dichas clases este profesor me iba a dejar a la Bomba... y se iba manejando sin cambiarse de asiento. El puesto del copiloto obviamente tenía pedales... y él estiraba el brazo y se iba manejando con el (único!) manubrio que tenía el auto.

Sensacional. Verano, Heavy Metal, Santiago Street Racing y un Kia Pop morado. ¡Qué más puede uno pedir!

Friday, December 01, 2006

Lapsus no-creativo

Esta semana no escribí. Quizás producto de los exámenes, los bomberos y otros elementos distractores. Escusas, si sé, pero válidas al fin y al cabo.

No quiero dejar pasar una semana sin historia, así que aquí podrán encontrar uno de los posts de cuando estuve en China.